En nuestro artículo anterior ofrecimos una visión de la prosperidad desde un enfoque teórico, considerando los aspectos económicos y sociales de la definición del término. Hoy queremos abordar una visión diferente de la prosperidad, en aras de apuntar a una visión holística sobre este tema.
Joan Sotkin, una conocida gurú de la prosperidad, explica en su libro “La prosperidad es un trabajo interno”, que la prosperidad viene de nuestro interior.
Usted no necesita tener una cuenta bancaria con grandes cifras. La prosperidad reside en llevar a cabo acciones que te hagan feliz y te den satisfacción personal, acciones que te hagan sentir agradecido con la vida y con el ser humano que eres. Esto, de acuerdo a Sotkin, es más que suficiente para hacerte sentir próspero.
Muchos de nosotros estamos siempre buscando ese “algo extra” que ayude a mejorar nuestras vidas, sin prestar atención o sentirnos agradecidos por lo que ya tenemos. Tener un hogar, una familia, algo que comer, ropa para vestirnos, son cosas que muchos damos por sentado, que no consideramos o siquiera valoramos, pero si alguno de ustedes ya las tiene, Sotkin concluye que ustedes son personas prósperas, aunque no se hayan dado cuenta.
Mireille Juliette Astha Lepelblad Ogbolu dice que “A todos nos gustaría ser prósperos, pero tenemos que sentirnos prósperos en primer lugar, porque la prosperidad es algo que viene de nuestro interior, y se siente muy bien”.
¿Qué quiere decir esto?
Significa que, aunque la prosperidad sí incluye el dinero, usted no tiene que tenerlo en exceso para sentirse próspero. La prosperidad es estar satisfecho con lo que se tiene, es estar agradecidos por lo que hay en su vida ahora y creer firmemente que aquello que no tiene vendrá a usted de forma fluida.