El Judaísmo, reconoce el valor positivo de la Fe, es la confianza en Dios. El énfasis está puesto en el verdadero conocimiento, la verdadera profecía y la práctica, más que en la fe misma. En muy raras ocasiones se relaciona con cualquier enseñanza que ha de creerse. El judaísmo no requiere que uno identifique explícitamente a Dios, por el contrario, se honra una idea (personal) de Dios.
En el cristianismo, la fe causa cambio a medida que uno busca un mejor entendimiento de Dios. Sin entendimiento, no podrá haber una verdadera fe y esa comprensión se construye sobre la base de la comunidad de creyentes, las escrituras, tradiciones y en las experiencias personales del creyente.
La fe en el budismo no implica "fe ciega"; requiere un grado de confianza, sobre todo en el logro espiritual de Gautama Buda. La fe en el budismo se centra en el entendimiento de que Buda es un ser consciente de su papel como maestro superior, en la verdad de su Dharma o enseñanzas espirituales y en su Sangha, que representa la comunidad de seguidores desarrollados espiritualmente.
En el Islam, la fe o "Imán", es la entrega completa o sumisión a la voluntad de Dios, incuestionable o creencia ciega. Un hombre tiene que construir su fe sobre convicciones muy bien fundadas, más allá de cualquier duda razonable y por encima de la incertidumbre.
De acuerdo con el Corán, el Imán debe ir acompañado de acciones de bien y los dos juntos son necesarios para la entrada en el Paraíso. El principio fundamental del hinduismo es Ahimsa también conocida como la 'no violencia' que aboga por la armoniosa y pacífica coexistencia y el crecimiento evolutivo en gracia y sabiduría para toda la humanidad incondicionalmente.
En cada una de estas definiciones hay conceptos, palabras que toman fácilmente lugar en el corazón y en la mente de cada una de las personas que a ellas se aproximan.
Y seguro alguna de ellas las harás tuya: conocimiento, comprensión, enseñanzas espirituales, cambio, experiencia personal, entrega, sabiduría, verdad. Porque la Fe es apropiarse de tu verdad y caminar en ese sentido que te conduce hacia tu propósito de vida: armonía, paz, gracia.
Esa armonía y esa paz, gracias a la fe, no son simples deseos o anhelos. Son la realidad en la que tú puedes y debes participar.
Para Deepak Chopra, “La fe habrá cumplido su tarea, cuando el mundo allá afuera esté tan lleno de Dios como el mundo ‘aquí dentro’".