En la entrega anterior comencé a compartir contigo siete formas de alimentar tu alma. Hablamos de la necesidad de hacer un alto para revisar nuestra vida y comenzar a nutrir esa parte inmaterial de nuestro ser que nos mantiene andando en el mundo. Te comentaba la importancia de amar y cuidar el cuerpo, hacer cosas que te hagan sentir bien y encontrar tu base espiritual. En esta entrega continuaremos con las cuatro restantes.
4. Expresa tus emociones con fluidez. En 1997, el maestro del ajedrez Garry Kasparov, enfrentó a la máquina Deep Blue en una partida histórica. El ruso perdió y aunque se podría pensar que era el fin de su carrera, él lo vio de otra manera. Bueno, dijo el ajedrecista de fama mundial, esa máquina no disfrutó ese triunfo. Las emociones son parte vital de nuestra humanidad. Estar conscientes de ellas y manifestarlas con efectividad es clave para alimentar nuestra alma.
Daniel Goleman, psicólogo que ayudó a popularizar el concepto de inteligencia emocional, señala que “los momentos de decaimiento, así como los de entusiasmo, dan sabor a la vida, pero es necesario que guarden un equilibrio”. No se trata de reprimir las emociones desagradables como la ira, la tristeza o el miedo, sino de buscar la vía de expresión más sana, generando una armonía con las emociones agradables y no ser tóxico con uno mismo ni con los demás.Date un tiempo para analizar cómo te estás sintiendo. No te conformes con un simple “bien” o “mal”, ve más allá, indaga en el nombre de esa emoción, procésala y averigua qué la provoca y cómo reaccionas. Te puedes apoyar en las personas de confianza para que te ayuden a construir tu mapa de emociones/reacciones.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.” Rey Salomón
5. Ejerce el poder del amor propio. La autoestima comienza con conocerte a ti mismo. Es mirar tu alma para encontrarte con tus fortalezas y oportunidades de mejora. Una búsqueda del equilibrio entre el egoísmo y el verdadero valor. En este sentido, la coach y autora estadounidense Ángela Davis Schaefers, recomienda estar alerta a las conductas de autosabotaje (excusas instaladas en tu ser que te impiden alcanzar metas), tener un trato amable con uno mismo, aceptarse y perdonar.
Comparto lo que dice el autor estadounidense Stephen Covey en su libro éxito de ventas Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, cuando señala que no necesariamente la autoestima es una cuestión de disposición mental, de actitud, como si se pudiera lograr mediante una preparación psicológica. Para él, opinión que apoyo, “tenemos paz mental cuando nuestra vida está en armonía con los principios y valores verdaderos”.
6. Rodéate de personas que te afecten positivamente. Cuidar nuestro entorno es parte de la nutrición de nuestra alma. Dentro de cada uno de los grupos donde nos movemos como parte de la vida diaria (trabajo, familia, clubes, congregaciones, amigos) hay energías que influyen en nuestro ser. Las emociones, actitudes y muchos paradigmas son tan contagiosos como el resfriado.Hay mucha gente extremadamente pesimista o cuyo lenguaje es constantemente negativo. Mientras del otro extremo hay soñadores eternos que parecen vivir en una realidad muy distinta. Cada conversación, cada afirmación acerca de ti, es una semilla hacia el jardín que es tu alma. Ten la precaución de cuidar que no crezca mala hierba que luego sea difícil de arrancar.
Existen estudios científicos[1] que prueban que las personas más felices tienen entre sus hábitos invertir tiempo de calidad y fortalecimiento de vínculos con familiares y amigos.
7.- Cuida lo que piensas. Uno de los contenidos clave de nuestra alma son los pensamientos. Son parte de la riqueza de la individualidad. Se han cargado allí a lo largo de toda tu vida y nunca dejan de estar presentes. Tienen un poder muy grande. Guían tu forma de ver la vida, generan sentimientos y definen un buena parte tus hábitos mentales. El autor de liderazgo y desarrollo personal, Robin Sharma, tiene una frase muy poderosa sobre este tema en su libro El monje que vendió su Ferrari:
“La mayoría de la gente no se para a pensar en la naturaleza de sus pensamientos y sin embargo la calidad de lo que piensas determina la calidad de tu vida” Robin Sharma
Alimenta tu alma con pensamientos positivos, que puedan enriquecerte, inspirarte, motivarte, tranquilizarte o ayudarte a desarrollar las actividades en las que te involucras a diario.
[1] Lyubomirsky, S. La ciencia de la felicidad.